Criar en Brazos, el mejor lugar
por: Juanny Saynes Guinto
Mi pequeño nació como todos los bebés humanos, necesitando los brazos, y gran parte del tiempo su papá y yo lo hemos sostenido en ellos. Al igual que muchas familias, también recibimos el consejo de: “no lo acostumbren a los brazos porque después va a sufrir más cuando no estén”,
Cuando me dijeron esto pensé ¿Por qué tengo que acostumbrar a mi hijo a que su llanto no sea escuchado? ¿Por qué debo acostumbrarlo a que las personas que más lo aman no acudan a su llamado?; algo dentro de mí me decía que esto no estaba bien.
Buscando un poco de luz y apoyo, porque seguramente no era la única que creía esto, me encontré con “Bésame mucho”, un libro de Carlos González, ¡y ahí estaba!, el sustento científico de que las crías de humanos necesitan el contacto humano, el contacto de sus cuidadores todo el tiempo, que el bebé no sabe que noestá en un terreno seguro, que él tiene el instinto de millones de años para sobrevivir y que su instinto le dice que debe haber alguien cerca de él para protegerlo y atender sus necesidades.
Descubrir el Porteo
Y así fue como conocí la palabra porteo, llevar en brazos y comencé a buscar información que me llevó hasta imágenes de fulares. Y compré mi primer fular, el hermoso trapo que hizo que yo cargara a mi pequeño muy cerca de mi corazón, que me ha permitió darme cuenta de sus necesidades de forma inmediata, cosa que la carriola sentimos nos impedía, porque también la probamos y no nos gustó.
Hemos utilizado diferentes cargadores ergonómicos según ha ido permitiendo el crecimiento de nuestro pequeño. El porteo ha logrado que los brazos de papá y mamá sigan siendo su refugio en estos casi 3 años de vida. Los que tienen hijos saben que es imposible que los niños se “acostumbren” a los brazos, porque saben al igual que sabemos nosotros que una vez el niño siente la independencia primero del gateo y después de caminar piden cada vez menos brazos, porque su desarrollo pide ahora a gritos correr, explorar, arrastrarse.
Ya es complicado portear a mi niño adelante, porque ya es un niño grande, y quizá cuando me decían que se iba a acostumbrar a los brazos querían decirme que la que se iba a acostumbrar era yo, extraño muchísimo cargarlo por largos periodos en el fular y verlo dormir ahí tan plácidamente.
El tiempo es muy corto, disfruten mucho a sus bebés, ojala yo tuviera la fuerza y un fular para seguir cargando a mi hijo muchos años más, pero su desarrollo exige nuevas cosas, los bebés no son bebés para siempre.
Por este tiempo de amor que el porteo me ha dado y porque creo hay otras formas de criar estoy en este nuevo reto, el de apoyar a las familias que desean portear, apoyar a desmitificar este y otros mitos relacionados con la crianza, pero apoyar desde una perspectiva profesional e informada, como asesora de porteo.
Juanny Saynnes es parte del equpio de distribuidoras SB y ella esta en Huachinango, Puebla y esta es su Fan Page