Hoy en día las series de televisión cumplen con más funciones que simplemente entretener, en especial cuando los protagonistas están rodeados de situaciones complejas, estresantes, difíciles de manejar y con decisiones inmediatas para resolver de las que dependen vidas, negocios, compañías, etc.
Es el caso de Suits, serie de USA Network, que nos deja muchas pistas de actitudes y toma de decisiones que nos pueden ayudar a entender muy bien el ambiente no sólo legal, sino el del emprendedor actual. Si bien, el ambiente de los abogados es mucho más agresivo que en el de la mayoría de nuestros negocios y ahí todo trata sobre ganar o perder, estos consejos llevados a tu emprendimiento pueden ser de mucha utilidad, incluso aún en la mayor lucha: llegar a ser mejor de lo que fuiste ayer.
Este post sobre de la serie de Aaron Korsh es sólo una muestra de lo anterior, ya que en Netflix encontramos 4 temporadas de esta serie (esperemos que pronto podamos ver las demás) y bastaron 3 temporadas para tener suficiente material que compartir con ustedes.
La primer gran enseñanza de esta serie y que se repite de forma constante casi en cada temporada. Cuando eres dueño de un negocio o estás iniciando un emprendimiento, no hay nada peor que no saber qué hacer ante una situación. Es muy claro que dependemos de proveedores, situaciones financieras de otros países y hasta del clima para que nuestro negocio funcione, pero lo más importante es que cuando llegue a tu puerta un problema que parece sin solución, des un paso atrás, mires todo el panorama y escojas una de las 164 cosas que puedes hacer para resolver tu problema o mejor aún, el de tu cliente.
Escuchar siempre es parte central de cualquier relación incluso con los subordinados, ya que ellos también tienen mucho que aportar.
¿Qué es peor que caer? Ser tan necio que no aprendas nada al respecto y si puedes aprender de quien te derrotó por jugar mejor, sería lo ideal. Así que a veces es momento de tragar orgullo propio y ver en el adversario cuál fue ese movimiento que te dejó fuera (marketing, costos, preparación, procesos, etc.) Porque algo es claro, si no aprendes de ello, alguien volverá a derrotarte con la misma arma.
Caso contrario al anterior, cuando alguien sin escrúpulos hace daño a tu empresa no aprendas de él, pues no sólo seguirá haciéndolo si se lo permites, además cree que todos lo hacen o son capaces de hacerlo. Ojalá que no te veas en esa situación, pero si es el caso usa su suposición a tu favor de deshazte de este tipo de personas cuanto antes.
El uso de las emociones en los negocios es una de las razones por las cuales fracasamos o tenemos éxito. Esto va desde la negociación (haz que tu cliente sienta que necesita de ti), la atención al cliente (genera confianza en tu cliente sin llegar a hostigarle) o vende con emociones. Alguna vez leí que las emociones son el fuerte en el marketing, pero que la emoción que más vende es la envidia, si no lo crees echa un vistazo a los mejores comerciales que existen.
Es claro que todos hemos sufrido una derrota, el mismísimo Harvey Specter sufrió de esto en el inicio de su carrera, pero ya bien es conocido que no importa sino el hecho de levantarse de cada caída. Así que como aconseja Jessica en esta frase, si caíste, no te levantes a dar golpes al aire, mejor ve a mirar tu juego y arma una estrategia más poderosa.
A veces en los negocios no todo es ganar, incluso para los abogados! Si te conviene permanecer en una relación con un cliente, socio o proveedor que te falló, no le ganes: concilia obteniendo mejores garantías para ti; no es que te aproveches, saca partido de forma justa para obtener mejores condiciones (de pagos, de créditos, fechas de entrega, etc.). No por nada el lema de Harvey es “Nunca vayas a juicio”.
¿Alguna vez has elaborado un proyecto, presupuesto o propuesta que consideras infalible? ¿Y qué de aquel trato que se fue de tus manos porque se te pasó un detalle que nunca consideraste? Si bien debe quedarnos claro que buscamos ser los mejores en lo que hacemos, debemos entender que hay mejores que nosotros en nuestro rubro y que si no nos preparemos lo suficiente nos quedaremos siendo apenas buenos y en ocasiones eso no será suficiente.
Uno de mis amigos y quien me ha enseñado más sobre negocios siempre me preguntaba mientras tenía un trabajo de oficina: “¿Cómo te va cumpliendo los sueños de otro?” Cada uno tiene un sueño sobre su vida, su empresa, su familia, etc.; pero si sólo lo dejamos ahí no habrá nada que nos pueda sacar de ahí, debemos transformar nuestros sueños en metas y eso sólo ocurre mediante el trabajo. Así que echemos a volar la imaginación, tengamos sueños y trabajemos lo suficiente para que esos sueños sean las metas que determinen nuestros esfuerzos, nuestros desvelos y una vez que consigamos esa meta, no paremos: vayamos por la siguiente.
Cuando alguien te advierte sobre una relación tóxica, lo mejor que puedes hacer es prestar oídos. En ocasiones tenemos relaciones con clientes, proveedores, socios o trabajadores que no hacen sino dañarnos, esto puede ser en cualquier nivel de nuestro negocio, en el plano económico, del tiempo, sobre RH o hasta en la decoración de la oficina. Si alguien de tu plena confianza toma el riesgo de advertirte sobre la conducta de alguien cercano a tu negocio, lo mejor que debes hacer es escucharle, sobre todo si hay bases sólidas para probar algún comportamiento inadecuado. En la serie es común un lema de abogados: si ya lo hizo antes, hay antecedentes y causa probable para creer que lo puede volver a hacer.
El entender la otra parte nos dará la ventaja de saber que espera de nosotros y por lo tanto como se convertirá en un cliente satisfecho.
Que conste que lo dijeron ellos que son abogados, no yo, que no me entiendo muy bien con ellos, pero que merecen todo mi respeto. Lo que vale la pena es conocer realmente cuál es tu negocio. Conoce bien el ambiente en que te vas a desenvolver, ya sea que lo más importante para crecer sean las alianzas, los acuerdos comerciales, las referencias boca a boca, la atención al cliente, la rapidez en las entregas o el cuidado de la materia prima.
Conoce tu negocio y todo lo que le rodea, aprende del ambiente que predomina entre tus colegas y las relaciones de respeto con tu competencia.
Si has llegado a un acuerdo con un cliente, un proveedor o un empleado, asegúrate que no seas el único que va a poner algo de su parte, recuerda que los tratos deben ser para ganar-ganar. Aun cuando estés cediendo alguna de tus condiciones o ganancias por un error, asegúrate de negociar de tal forma que obtengas algo a cambio, así sea el sólo hecho de permanecer en una relación comercial o una sociedad, siempre busca tener algo a cambio.
Puede que tú o tu competidor no sean perfectos, de hecho nadie lo es, así que al menos por eso no debemos preocuparnos, pero nuestra imperfección como personas no quiere decir que no seamos buenos en lo que hacemos, quizá los mejores, sin embargo, esto es algo que debemos aprender a reconocer esto en nuestros clientes proveedores, empleados y hasta competidores.
Y para concluir un llamado a la acción:
El destino no está escrito, cada día vamos construyendo nuestra suerte, así que no te detengas a pensar porque no hemos tenido suerte, si nos centramos en las cartas que tenemos podremos usarlas a nuestro favor en el momento oportuno en lugar de quejarnos porque las condiciones no han sido las más favorables.
Y ustedes que han aprendido de alguna de sus series favoritas?
Si quieren conocer dónde es que Sr Marido aplica estos principios síganlo en TW @Homecaremex.
De parte del #StreamTeam feliz día a todos los papás que disfrutan de su trabajo.
