Estas son las palabras del lema de la campaña de conscientización de este año 2016 del parto respetado.
Hace 7 años nada sabía yo de esta campaña y celebración pero gracias a Dios qué por medio de las personas indicadas me convertí en madre un 9 abril rodeada de personas que respetaron mi cuerpo, mi decisión y a mi bebé. Un parto suave, sin anestesia, sin luces, sin procedimientos invasivos y el feliz momento de tener a mi recién nacida en mis brazos a penas naciera, no la escuche llorar la vi sonreír.
De verdad fue un día especial, de romper paradigmas y esquemas, en lo intimo de mi hogar, desde ese momento no puedo desear otra cosa que esa misma experiencia de seguridad y poder (porque parir es poder) para toda mujer que será madre… incluyendo a mis dos hijas nacidas en casa, recibidas con luz tenue y total libertad.
Pasados 6 años me encontraba ante la disyuntiva, de pedir que se llevaran a mis hijas mientras estaba de parto para dar a luz a Eomer, o permitir que se quedaran y darles un regalo especial a mis hijas, un regalo que quizás no lograrían apreciara a su corta edad,o tal vez si….
Como algunos saben decidí que no quería que se fueran, su presencia no me incomodaba, si no que me acompañaron activamente durante la primera fase de parto, vimos fotografías de cuando eran pequeñas para armar el álbum de la tarea, luego me pase a mi cuarto y me acompañaron rato mas en silencio mientras escuchaba música y hasta me dieron masaje con diferentes texturas o me traían agua, les explique que estaba trabajando junto con el bebé y realmente no recuerdo haber dicho muchas palabras, porque esto ya lo habíamos platicado semanas antes en el curso y cuando me acompañaban al curso psicoprofiláctico, así que igual cuando les pedí que se retiraran a jugar a su cuarto y jugaran lo mas silenciosamente posible lo hicieron, y no volví a saber de ellas hasta poco antes de que naciera el bebé, Mi mamá o Cristina (la verdad no me acuerdo quien fue) entro al cuarto y me dijo que las niñas comenzaban a preocuparse que seria bueno que me vieran entre contracciones (ya saben cuando todo parece calma) y accedí fue un breve instante para sonreír y decir buenas noches. Tami se durmió en brazos de Cristina y Sayuri espero…
El resto del relato del nacimiento de mi bebé ya lo saben o pueden leerlo aquí.
A donde voy con todo este mini resumen de esa noche, es que un año después encontré entre las libretas de Say un trabajo unido por clip eran dibujos de situaciones con títulos específicos y saben cual venia debajo de “El momento mas feliz” .
Si la noche que nació su hermano, dibujo tres cuartos el primero donde estoy yo con Isa (la partera) y con Sr. Marido, en el segundo cuadro esta ella en las sentada en las piernas de Cristina (la partera) y en el tercer cuadro esta Tam con el foco apagado porque esta dormida.
nunca pensé que esta experiencia pudiera significar para ella el momento mas feliz y como dice ella la mitad de la magia es que nazca el bebé…
Estoy segura que sí un día ella tiene la dicha de ser madre no tendrá el miedo que muchas de nostras tuvimos al día del parto, estoy segura que sabrá que el parto se trata de su decisión y no de lo que “el mas experto” imponga en nombre de que “algo vaya a pasar”….
El parto debe verse como lo que es: algo natural, el cómo las mujeres sanas que dan a luz hijos, que ese momento poderoso en la vida de las mujeres no tiene que ver con las comodidades de horarios y posiciones de otras personas porque es nuestro cuerpo y son nuestros bebés.
5 abrazos enrebozados
