Una pausa para #MamaEnUniversidad
Con la feliz noticia de que estamos esperando a nuestro tercer bebé, muchos planes se vienen a la cabeza, muchas metas e ilusiones nacen, la inspiración para algunos proyectos atrasados llega y el compromiso para ser mejorar se renueva y comienzan los sutiles cambios, creando un espacio que sin ser físico es real para este nuevo ser….
Con todo esto también soy mas consiente que habrá cambios que no serán tan agradables, porque la vida siempre los tiene, se tenga o no nuevo hijo, la adversidad es parte de la experiencia mortal y viene con las lecciones para ser resilentes y valientes.
Con mis muchos planes y mariposas en la cabeza, también hay mucho trabajo y un cuerpo cambiante, que exige descanso más seguido a medida que cambia para albergar más vida y mantiene un supuesto orden en bello caos que pareciera la vida cotidiana con niñas de preescolar.
Las prioridades se reordenan negociando en familia, en pareja y a nivel personal, se toman decisiones y se actúa en consecuencia a ellas.
Las decisiones van desde comprar algo para bebé cada semana en el super, hasta la nueva dieta familiar que incluye el doble de cosas saludables (por que cuando estoy esperando bebé me siento más comprometida a preparar cosas nuevas y más saludables) además con las recientes visitas de Sr. Marido al nutriólogo ya estábamos tomando un rumbo menos azucarado y mas lleno de vegetales.
Mi escuela no ha sido un tema al aire y esta #MamaEnUniversidad vuelve al modo “pause” hasta 2015 en parte por un trámite administrativo, que en un principio me molestaba, consecuencia de hacer la universidad en periodos intermitentes, por mi incursión al mundo de la maternidad y en otras ocasiones al mundo laboral. De ninguna manera digo que ser mamá y estudiante no se pueda, digo es algo cercano a lo imposible pero las mamás somos extraordinarias y con un apoyo real hacemos que lo imposible sea posible.
Pero entre este trámite (que nada tiene que ver con mi embarazo) y la FPP la decisión más prudente ha sido esperar el resto del año y unos cuantos meses más del próximo para retomar mis estudios en los que me falta poco para concluir.
La vida me ha enseñado que las pausas, no son malas, que el ritmo de la vida no depende solo de mí, si no que es una complicada sinfonía en la que yo solo tengo segmentos y ser paciente es parte de entrar en el momento oportuno.
Hoy les escribo a todas las mujeres y familias que siente que la vida con su nuevo bebé va a cambiar mucho y que se resisten añorando lo que ya no será. Porque les entiendo perfecto y en este caso lo que yo decido es como abrazar lo que no puedo cambiar y desde ahí vuelvo a construir.
A disfrutar de esta pausa
YeN S.